Fabrizio Della Polla - Semillas y granos: formas apropiadas para almacenarlos

 

Semillas y granos: formas apropiadas para almacenarlos

Dentro de los suministros industriales que requieren medidas especiales para almacenarlos sin que se dañen están los granos y las semillas, ya que demandan de cuidados específicos para mantenerse en óptimas condiciones y poder ser consumidos sin ningún tipo de riesgo.

Para Fabrizio Della Polla, estas provisiones representan un gran valor alimenticio, económico, industrial y agrícola para una nación, por eso es que se recurre a un almacenamiento y conservación adecuado y así mantener su condición, valor y calidad. Cuando se hace referencia a un almacenamiento adecuado se habla de un lugar previamente seleccionado que reúna todas las características apropiadas para que los suministros puedan ser acumulados en condiciones que garanticen su calidad y volumen.

Para que esto ocurra, debe tomarse en cuenta el tipo de bodega o depósito, las condiciones atmosféricas, clases de semillas y granos, así como también el tiempo de almacenamiento.

Semillas y granos: formas apropiadas para almacenarlos

Manejo y almacenaje de semillas y granos

Los depósitos dedicados a almacenar grandes volúmenes de suministros deben contar con infraestructuras mecánicas que permitan un correcto manejo de los granos y semillas, así como garantizar su conservación por un tiempo largo. Lo fundamental de un correcto almacenaje de estos suministros es que permanezcan limpios, secos, fríos y sanos, aunado a eso deben permanecer en un sitio que mantengan su eficacia y frescura.

A la hora de almacenar granos y semillas hay que tomar en consideración la importancia de que los mismos tienen que estar completamente secos, ya que si se presenta alguna humedad puede generar un ambiente en donde la presencia de organismos, que también habitan en la bodega, dañen el producto almacenado. Estas fuentes de alimentos deben guardarse sin ningún tipo de alteración física u orgánica, esto con la finalidad de que mantengan sus propios sistemas de autodefensa.

Semillas y granos: formas apropiadas para almacenarlos

La humedad y la temperatura
son como especie de un fermento que aumenta los procesos metabólicos, es decir, acrecienta el grado de respiración de las semillas y granos, por consiguiente se produce una pérdida de materia seca. Cuando estos dos factores son altos, mayor es el riesgo que se corre al almacenar estos suministros, pero, además, si presentan suciedad y cualquier daño, más alta será la probabilidad de ataques de insectos y hongos.

Tipos de almacenamiento para granos y semillas

Para mantener a los granos y semillas protegidos para que lleguen en óptimas condiciones a su destino final, existen dos tipos de almacenamientos que son muy seguros y confiables y estos son:

1.- Almacenamiento en atmósfera normal: Se refiere a un tipo de almacenamiento en donde se busca crear un ambiente en donde el aire interno tiene mucha semejanza al externo, por lo cual se conservan los granos y semillas en un entorno más natural. Es el almacenaje más utilizado y tiene como característica fundamental que estas fuentes de alimentos deben encontrarse completamente secos (humedad de recibo) para evitar que se dañen rápidamente.

Es fundamental tener un control exhaustivo de los insectos, ya que ellos debido a su respiración liberan calor lo que contribuye con el deterioro de los granos y semillas.

2.- Almacenamiento en atmósfera modificada: Es un tipo de depósito en donde la atmósfera interior se modifica con el propósito de limitar la cantidad de oxigeno que se encuentra en el aire, y así minimizar los procesos respiratorios de los insectos y hongos para controlar su desarrollo y proteger a los granos y semillas. Con esta clase de almacenamiento también se busca evitar la oxidación de estos suministros y su deterioro.

Semillas y granos: formas apropiadas para almacenarlos

Un grano húmedo también puede almacenarse siguiendo la técnica de aireación, la cual se basa en la utilización del aire como un medio para el intercambio de energía en forma de agua o calor con los granos y semillas. El aire interno puede emplearse para enfriarlos y extraer la humedad, lo que hace que la actividad metabólica disminuya, lo que evita el desarrollo de patógenos y enfermedades.

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