El calzado de seguridad como parte de los suministros industriales
Una de las partes
fundamentales en una empresa es, sin duda, su equipo humano. Cada trabajador es una pieza indispensable para la productividad empresarial y por lo tanto requiere estar protegido para que cumpla con
sus actividades de la manera más segura. Dentro de su equipo de protección individual existe
un elemento imprescindible: el calzado
industrial, que tiene la función de proteger los pies de maquinarias, sustancias y materiales que puedan causar
alguna lesión en ellos y son, por excelencia, uno de los suministros industriales más demandados.
Cuando se está en un entorno laboral, existe la posibilidad de que ocurran accidentes producidos por golpes debido a caídas de herramientas u objetos pesados que pueden provocar daños de consideración en los pies. También ocurren aprisionamientos de las extremidades inferiores a causa de la movilización de algunas maquinarias, de igual manera, suelen ocurrir incidentes producidos por quemaduras y perforaciones, todos estos eventos conducen al ausentismo laboral ocasionando bajas en la producción.
Desde tiempos antiguos el hombre ha
tenido que enfrentarse a situaciones
adversas para sobrevivir y su principal objetivo fue buscar una
solución para mantener sus pies
cubiertos y protegidos, ya que una herida en ellos era fatal. La
caza y la pesca eran las fuentes primordiales de
alimentos y para buscarlos tenían que enfrentar muchos
obstáculos que los obligaban a recubrir sus pies con pieles de animales y otros
materiales.
Con la llegada
de la revolución industrial
comenzaron a aparecer maquinarias y herramientas que incrementaron los
accidentes laborales. En todo este proceso, los pies han sido una de las partes
del cuerpo humano que
han sufrido eventos que en muchas ocasiones conllevan al trabajador a estar en una
silla de ruedas o, incluso, a morir. El calzado de seguridad se creó con el
propósito de servir de protección
personal, llegando a ser parte fundamental de la ropa de
trabajo.
El calzado
de seguridad garantiza que el trabajador realice su trabajo de manera
segura y mantenga la integridad de
los pies, por eso deben reunir ciertas características fundamentales como:
- Debe ser elaborado con un material resistente: El ambiente laboral puede estar tanto en el interior como en el exterior, en ambos casos, el trabajador debe usar un calzado que sea de un material que resista el contacto con el agua y otras sustancias, muchas de las cuales pueden ser toxicas. Por eso es fundamental que sea elaborado con un material impermeable.
- No ser rígido: Un buen calzado de
seguridad debe permitir la movilidad
del pie, pero también, mantenerlo bien sujeto para evitar caídas. Hay que asegurarse de que tenga libertad de movimiento y que se adapte bien al tobillo.
- Tener aislamiento contra el frío y el agua: Un calzado de seguridad debe ofrecer aislamiento contra el frío y la humedad para garantizar que, a la hora de trabajar a la intemperie, se tengan las condiciones de seguridad óptimas. Muchos calzados poseen plantillas térmicas, forros especiales y entresuelas aislantes tanto para el frío como para el calor.
- Poseer suelas antideslizantes: Las caídas son una de las causas más frecuentes de accidentes laborales, por eso, el calzado de seguridad debe poseer suelas antideslizantes para evitar traspiés que provoquen caídas que comprometan la seguridad del trabajador, que en ocasiones deben moverse por superficies irregulares o resbaladizas.
Los pies están
conformados por huesos, tendones y
dedos que, en conjunto, forman una unidad que nos permite no
solo caminar sino también mantenernos
de pie. Por eso se requieren de zapatos que mantengan a estas
extremidades cubiertas y protegidas en el entorno laboral, que es muy diverso.
Cada actividad laboral demanda de calzados adecuados para las actividades que se van a realizar. Hoy en día encontramos botas y botines que ofrecen seguridad, confort y protección. Las empresas deben asegurarse de suministrar el mejor calzado para que sus trabajadores se sientan seguros a la hora de ir a trabajar.